Una nena de 7 años fue abusada y asesinada, y por el hecho detienen a su vecino de 18
El barrio Pico Rojo de General Rodríguez se vio sacudido por un macabro hallazgo: la pequeña Nayla Malena Agüero, de tan solo 7 años, fue encontrada asesinada, con signos de haber sido brutalmente golpeada y abusada, envuelta en una sábana, y adentro de un ropero en una vivienda de la calle Acoyte, a metros de la esquina con Ambato. La niña había desaparecido momentos antes mientras jugaba en una pileta de lona en el patio de su casa, en un caso que rápidamente pasó de ser una desaparición a una tragedia de características estremecedoras.
Por el hecho fue detenido un vecino de la nena, Ariel Axel Díaz, de 18 años. Y los vecinos, al enterarse del hecho, atacaron la casa del acusado, y se la prendieron fuego.
El primer alerta llegó a las 15:00 horas, cuando Natalia Herrera, madre de Nayla, llamó al 911 para reportar la desaparición de su hija. Según explicó la mujer, había sido un momento de juego normal, hasta que de repente, el silencio se apoderó del patio. Desesperada, comenzó a buscarla por la casa y los alrededores, pero no encontró rastros de la pequeña. La policía, al llegar al lugar, inició el protocolo de búsqueda sin éxito inmediato, aunque no tardaron en interrogar a los residentes cercanos, incluidos Ariel Axel Díaz, de 18 años, quien vive en la planta baja de la misma casa junto a Herrera y su hija.
Díaz, quien en un principio permitió que los agentes inspeccionaran su vivienda, fue descartado en un primer momento, ya que los policías no encontraron evidencia alguna. Sin embargo, la insistencia de la madre y la policía llevó a un segundo registro, esta vez más detallado, en el que se descubrió la escalofriante verdad: el cadáver de Nayla estaba oculto en el interior de un ropero, envuelto en sábanas.
La reacción de la comunidad fue inmediata. Vecinos indignados se congregaron frente a la vivienda de Díaz, con intenciones de hacer justicia por mano propia. Si bien se intentó incendiar la casa, las autoridades lograron controlar la situación. La noticia de la muerte de Nayla ha desbordado la calma del barrio, que ahora vive en un clima de desconfianza y consternación.
Ariel Axel Díaz, el principal sospechoso, había sido conocido por la familia de Nayla. Vivía en la planta baja de la misma casa donde la madre de la niña, Natalia, residía junto a su hija. Según relatos de la madre, Díaz no mostró signos de nerviosismo tras la desaparición de Nayla, e incluso llegó a negarse a permitir que la policía registrara su hogar en un primer momento.
En su testimonio, Natalia relató el angustioso momento en que, tras perder de vista a su hija, se acercó al joven, quien le aseguró que no había visto nada y que se encontraba bañándose en el momento en que la niña desapareció. Sin embargo, la policía, tras observar ciertos detalles, decidió hacer una nueva revisión del lugar y, tras hallar el cuerpo de la niña, Díaz fue arrestado y trasladado a una dependencia local.
La revisación del cuerpo de parte de los médicos forenses, indicaron que la nena fue brutalmente golpeada y abusada sexualmente. Con ésta información, la fiscal del caso, Gabriela Urrutia, imputó al detenido por los delitos de homicidio criminis causa y abuso sexual. Por el momento, se descarta que hayan participado más personas en el hecho.