Desbaratan una red de estafas y contrabando
La Policía de la Ciudad desarticuló una organización dedicada a la importación irregular y comercialización de mercadería de contrabando tras realizar ocho allanamientos simultáneos en los partidos bonaerenses de Lanús y Quilmes. Como resultado del operativo, se secuestraron más de 700 bultos con artículos electrónicos, perfumes, juguetes, prendas de vestir y herramientas, además de celulares, dinero en efectivo y vehículos.
Los procedimientos estuvieron a cargo de la División Investigaciones de Organizaciones Criminales, con la coordinación operativa de la Unidad Técnico Operativo Judicial (UTOJ) del Ministerio de Seguridad, en el marco de una investigación impulsada por el Juzgado Nacional en lo Penal Económico N°2, a cargo del juez Pablo Yadarola.
Durante los allanamientos —realizados en domicilios particulares, oficinas comerciales y depósitos de Lanús, así como en un barrio privado y una oficina de un centro comercial de Quilmes— se incautaron más de 70 teléfonos celulares, electrodomésticos, perfumes, ropa y dispositivos electrónicos, junto con 31 teléfonos, seis automóviles, computadoras y documentación clave para la causa. También se secuestraron más de 20 millones de pesos y cerca de 50 mil dólares estadounidenses.
La investigación se inició a comienzos de septiembre a partir de una denuncia presentada por la UTOJ, que detectó a una organización que comercializaba productos de origen extranjero sin el respaldo aduanero correspondiente. A partir de allí, los investigadores identificaron perfiles en redes sociales que ofrecían una amplia variedad de artículos tecnológicos y electrónicos, los cuales se encontraban interconectados.
El trabajo de inteligencia permitió individualizar a los responsables de las cuentas, los depósitos utilizados como centros de acopio, los showrooms y las oficinas de venta. Mediante el cruce de información societaria, bancaria, migratoria y registral, se logró reconstruir el funcionamiento de la red y el rol de cada uno de sus integrantes.
Según se determinó, uno de los investigados cumplía un rol visible en redes sociales, promocionando los productos; otro se encargaba de la adquisición de la mercadería y la gestión comercial; un tercero coordinaba la logística y los envíos; y un cuarto integrante participaba en tareas de acopio y traslado.
Las tareas de campo y los seguimientos confirmaron la existencia de varios depósitos interconectados y una operatoria constante de carga y descarga de mercadería extranjera. Además, el análisis de más de 800 envíos permitió detectar un patrón reiterado de traslados desde zonas de frontera, como Paraguay y Brasil, con mercadería de origen chino.
Para avanzar con la causa, los investigadores utilizaron la figura del agente revelador y realizaron compras controladas en los puntos investigados, lo que permitió obtener pruebas directas sobre la comercialización ilegal y concretar los allanamientos.
De esta manera, la organización quedó desbaratada y sus cuatro integrantes, todos mayores de edad, fueron imputados por infracción a la Ley 22.415 del Código Aduanero.
