Matan a puñaladas a un niño de 15 en fiesta de egresados
Un violento episodio en el barrio Tupac Amaru–Bicentenario terminó con la vida de un adolescente de 15 años y dejó a otro joven herido tras un ataque perpetrado por una «patota». El hecho, ocurrido en las inmediaciones de una fiesta de egresados, derivó en la detención de varios menores de edad y puso bajo la lupa judicial la responsabilidad de los adultos a cargo.
El ataque se produjo alrededor de las 01:30 de la madrugada en la calle Pozo Cavado. La víctima y un acompañante salieron de la celebración para realizar una compra cuando fueron interceptados por un grupo de jóvenes. Según testimonios recolectados por los investigadores, la agresión estuvo motivada por supuestas disputas territoriales entre distintos sectores barriales. «Fue algo territorial, por los barrios», señalaron vecinos de la zona.
La víctima, residente del sector de las 47 Hectáreas, recibió múltiples heridas de arma blanca. A pesar de intentar alejarse del lugar, se desplomó a los pocos metros. Personal del SAME realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar durante varios minutos, pero no lograron salvarlo y confirmaron su fallecimiento en la vía pública. Un segundo adolescente también resultó herido con arma blanca, aunque se encuentra fuera de peligro.
Tras el crimen, la Dirección de Investigaciones de la Unidad Regional 7 y el Ministerio Público de la Acusación iniciaron un operativo basado en testimonios y un video que se viralizó en redes sociales. Como resultado de los rastrillajes, la Policía detuvo a una joven de 16 años y a un varón de 15, señalados como los presuntos autores materiales del ataque. Además, otros menores de entre 13 y 16 años fueron demorados.
Todos los implicados fueron trasladados a la Brigada de Investigaciones en presencia de sus padres o tutores. La causa ha sido derivada al Juzgado de Menores, que profundizará en la imputación formal de los adolescentes arrestados.
Más allá de la autoría material, la fiscalía investiga el contexto del evento. Se analiza si los menores contaban con autorización de sus padres para asistir a la fiesta, el nivel de control dentro de la vivienda donde se realizaba la reunión y la responsabilidad de los adultos organizadores. Los vecinos lamentaron el hecho, destacando que la víctima era un joven que no pertenecía al barrio y solo había asistido para celebrar junto a sus compañeros.
