Así siguieron y descubrieron a los asesinos de Saúl
La investigación por el asesinato de Saúl Eduardo De Francesco reveló una trama planificada con varios intentos de robo previos. El 17 de septiembre, alrededor de las 16:30, uno de los acusados, a bordo de un Volkswagen Gol Trend blanco, intentó engañar a la víctima para ingresar a su domicilio, mientras un Ford Focus gris con otros tres sospechosos aguardaba cerca. El plan fracasó porque De Francesco se negó a abrir la reja de su casa.
Horas más tarde, los cuatro imputados se reagruparon y regresaron en ambos vehículos. A las 20, interceptaron a la víctima en la esquina de Valentín Alsina y Andrade, después de que hablara con un familiar. Los ocupantes del Ford Focus gris lo abordaron, mientras el Gol Trend blanco escoltaba la operación. Luego, se dirigieron hacia un descampado ubicado a la vera del kilómetro 121 de la Ruta Nacional N°9, en Baradero, donde De Francesco fue ejecutado.
Tras abandonar el cuerpo, los sospechosos regresaron en dirección a Buenos Aires, descartaron el Ford Focus en Campana y continuaron viaje en el Gol Trend blanco. Esa misma noche, cerca de las 23:30, intentaron ingresar nuevamente al domicilio de la víctima, pero al confundirse de acceso, huyeron sin lograr su objetivo.
La desaparición de De Francesco fue denunciada el 18 de septiembre y, a partir de allí, se desplegaron allanamientos urgentes. El 19 fueron detenidos dos sospechosos y se secuestró el Volkswagen Gol junto con un arma de fuego. Al día siguiente se aprehendió a un tercer involucrado y se incautó el Ford Focus usado en el crimen. Finalmente, el 21 de septiembre se halló el cuerpo de la víctima y, horas después, se arrestó al cuarto implicado.
La causa avanza con pruebas clave de cámaras de seguridad, geolocalización de celulares y testimonios que reconstruyen los movimientos de los implicados antes y después del homicidio. La fiscalía sostiene que el crimen estuvo motivado por un intento de robo planificado que terminó con la ejecución de De Francesco.
